Todo empezó al ver la gran cantidad de residuos orgánicos que se generan en mi casa , cáscaras de todo… banano, papaya, piña, tallitos de legumbres, pedazos de verduras que al final no se comen, me empecé literal a sentir mal por no separar las basuras y por la cantidad de residuos que generábamos sólo en mi casa, empecé a imaginar la cantidad de residuos que de mi barrio podrían salir y así en todos los niveles, ciudad, país y planeta, me sentía mal por combinar los residuos de mi casa, ejemplo papeles no reciclables con comida; para ese momento ya separábamos plásticos del resto de la basura, pero aun así la generación de residuos seguía siendo alta, todo esto empezó a pesar, y como vivo en un cuarto piso la bajada de la basura cada vez se volvió más tediosa. Tengo huerto y jardín en mi casa ubicada en Medellín ( después les cuento cómo comencé con esto) por lo que empecé a revisar que podía hacer con esa cantidad de residuos, especialmente los orgánicos que finalmente eran los más representativos en mi basura, había leído temas de compost y me anime a empezar con una caneca , le abrí huequitos y en otra recolectaba los lixiviados, sin embargo el proceso fue algo traumático, principalmente por los olores generados, que fueron tan fuertes que empecé a sentirlos desde mi habitación, me daba fastidio revolver el compost y ni hablar de los mosquitos, por eso y luego de varios intentos con esta metodología, opte por buscar otras opciones y encontré la compostera giratoria que ha sido un Hit.
El uso de la compostera giratoria, ha sido una gran y linda experiencia, ver cómo ha disminuido la basura de mi casa, ver como con el paso de los días todas mis cáscaras se transforman y les doy un doble uso a los alimentos ( comida para mí y nutrientes para mis plantas), poder sentir el olor a tierra de lo que antes era mi basura ha sido increíble, poder en poco tiempo cosechar mi compostaje y saber que lo puedo poner en mi huerto y jardín ha sido genial.
La compostera giratoria facilita el proceso del compostaje dado que no genera malos olores, ni moscos, y se revuelve con girarlo, es decir, no te tienes que ensuciar si no quieres, sin embargo, es tan impresionante esto, que uno termina tocando el compost en medio de su transformación para sentir el proceso.
Tener un proceso sin traumas facilita que el compostaje y lo que ello implica, se convierta en un hábito que cada día realizo con más ganas y amor, con la convicción de que estoy disminuyendo mi huella personal en el planeta; Además de todo, esta práctica me ha llevado a replantear otros aspectos como desconectar cables que no uso o no necesito, reutilizar cosas y dejar de usar elementos que son de difícil degradación como los protectores femeninos entre otros.
En conclusión, compostar me ha hecho tener una mejor relación con el medio ambiente.